Cámara al Hombro: Familia raptada en México
El reloj de la iglesia de San Nicolás marcaba las 5 de la tarde, hora hondureña. Un municipio pacífico, ubicado en el departamento de Copán al oeste de Honduras.
Allí las horas transcurren lentamente, un ritmo totalmente distinto al de las grandes ciudades del país centroamericano. Sus angostas calles y sus habitantes con el “machete” en la mano, herramienta básica en los pueblos hondureños.
El municipio depende en más del 60 % en su sostenimiento de las transferencias de dinero que hace el Gobierno central, y el resto es financiado por la actividad económica tradicional, que es la producción del café.
Pero, no todo el tiempo la producción y el corte de café son suficientes para generar trabajos y condiciones de vida para los pobladores de San Nicolás. Durante tres meses del año hay trabajo, luego que finaliza el corte del café todo se paraliza.
Es esa situación la que obligó a 13 miembros de una familia a salir desde el 8 de febrero de sus hogares y emprender la ruta migratoria hacia Estados Unidos.
Tras una hora de viaje montaña arriba, encontramos los hogares de esta familia extensa, que cuenta que sus 13 miembros migrantes fueron secuestrados supuestamente por la cártel de “Los Zetas”.
Los Sánchez, López y Melara decidieron pagar 7000 dólares a un denominado “coyote”. Luego de varios días y poder llegar a México, no se supo más de ellos.
Pasaron los días y sus familiares que quedaron en Honduras, recibieron una llamada para amenazarles que sus hijos, esposas y nietos estaban secuestrados y que tenían que pagar un rescate, si los querían de vuelta con vida.
Son 7 adultos y 6 menores de edad los secuestrados. En su pueblo, se dedicaban a la siembra y el corte del café, pero este rubro ha sido golpeado por las plagas, el bajo precio y los altos costos que tienen que pagar al Instituto Hondureño del Café (Ihcafé).
Esas variantes juntas, los dejan sin el dinero suficiente para poder sobrevivir y sacar adelante a sus familias. Desde sus limitaciones económicas, pero su amor incalculable por sus familiares, han logrado recaudar y pagar a los secuestradores la cantidad de 13 000 dólares en un aproximado de 2 meses.
Han hipotecado y vendido propiedades, además de recibir el apoyo de sus vecinos y municipios cercanos. Desde horas muy tempranas del día, utilizan botellones y recorren las calles de los distintos pueblos para poder lograr conseguir 19 000 dólares más.
La noche arropa a San Nicolás, tras horas de esfuerzo regresan a sus casas, hasta la Policía de la localidad les ayuda en todas las gestiones para lograr la meta de recolectar el dinero exigido por los secuestradores.
Saben que las horas y el esfuerzo, valen la vida de sus familiares. No hay tiempo que perder en nada, también es buen momento para terminar la faena con los granos de café.
Según cifras de la Cruz Roja hondureña, el número de deportados desde Estados Unidos durante el 2018, ascendió a 75 000 personas. Un aumento del 57 % comparado al año anterior.
Esto indica que los hondureños continúan emprendiendo la ruta migratoria, a pesar de los peligros. Los pagos los han hecho mediante la red de envíos “Money Gram” y el estado receptor ha sido Veracruz (este).
Los hondureños dicen que han podido hablar unas pocas oportunidades con sus familiares, quienes les ruegan pagar el rescate, ya que los amenazan con asesinarlos.
Dassaev Aguilar, San Nicolás (Honduras).
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