Cámara al Hombro: Brasil; Bolsonaro quiere armar la población, pero el pueblo no lo quiere
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, desde que asumió la Presidencia, se ha dedicado entre otras cosas, a facilitar la compra de armas de fuego.
Su intención es garantizar al ciudadano brasileño el derecho de adquirir y portar un arma destinada a su legítima defensa, y para proteger a sus familiares, su propiedad y la vida de terceros. Pero la mayoría no está de acuerdo. Una encuesta de la Datafolha, realizada recientemente, indica que el 61 % de las personas, estiman que las armas deberían ser prohibidas. El estudio informa que 59 % de las personas que votaron por el entonces candidato Bolsonaro, se oponen a liberación de las armas.
En 2003, el país sudamericano aprobó el estatuto de desarme y una serie de restricciones para la adquisición de armas. El estatuto mantuvo la posibilidad de que las personas compren armas, pero estableció varios criterios para eso. Además de la edad mínima de 25 años, incluye la verificación de antecedentes criminales y otros requisitos para la renovación de las licencias cada 5 años. Pero lo que ocurrió fue que las disposiciones cruciales del estatuto no fueron cumplidas, especialmente aquella que determinó que las policías federales, civil y las fuerzas armadas trabajasen en conjunto y unidos en la investigación de los crímenes relacionados a armas de fuego. El resultado fue que el tráfico y el desvío de armas escaparon del control.
Por esta razón no es sorpresa que el presidente del escaño de la bala, como es conocido un grupo de parlamentarios pro-armamentista, financiado por la industria brasileña de armas, esté determinado a debilitar el estatuto y a facilitar el acceso a las armas y a la munición. El presidente sancionó un decreto que facilita el acceso de los ciudadanos a las armas de fuego y extiende el periodo para renovación de la licencia. A pesar de estas medidas las voces contra la liberación de compra y porte aumentaron.
Estudios muestran que el aumento del porte y pose de armas de fuego está relacionada al aumento de los homicidios y suicidios. En Brasil, un crecimiento del 1 % en la disponibilidad de las armas aumenta la tasa de homicidios en un 2 %.
Además de que la mayoría de los brasileños son contrarios al relajamiento de las restricciones con relación a las armas, existen por lo menos, 63 800 razones para que Brasil haga cumplir la legislación de las armas de fuego. En el 2017, año en que se realizó el último estudio, se registraron 64 mil asesinatos en el país. Todo un récord.
Brasil ya tiene una de las mayores tasas de homicidio en el mundo y cuenta con los mayores números absolutos de muertes por armas de fuego del planeta. La violencia impone un fardo económico enorme a todos los ciudadanos. Estimativas conservadoras sugieren un perjuicio de 10 mil millones por año, equivalente al 0,5 % del producto interno bruto (PIB) anual del país.
Por lo tanto, según los expertos estas propuestas para el relajamiento de la legislación sobre las armas de fuego, son un enorme retroceso, en un país que más se mata en el mundo.
Rony Curvelo, Sao Paulo (Cámara al Hombro).
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