Según la cadena de televisión libanesa Al-Manar, varios niños se encuentran entre las víctimas mortales de más de 13 ofensivas aéreas registradas el martes por la noche en Saada.
Los aviones de combate atacaron también una terminal de distribución de productos derivados del petróleo, además de lanzar misiles contra las regiones residenciales de la ciudad.
Por otro lado, las artillerías del Ejército saudí abrieron fuego contra la ciudad yemení de Al-Harth, cerca de la frontera entre ambos países.
Ante las ofensivas incesantes de Riad, los combatientes del movimiento popular Ansarolá efectuaron ataques con mortero contra la ciudad de Najrán, en el sur de Arabia Saudí.
Asimismo, se registraron duros enfrentamientos entre los integrantes de Ansarolá y las fuerzas saudíes en el paso fronterizo de Al-Tuwal, en la provincia de Hajjah.
Con la luz verde de Estados Unidos, Arabia Saudí comenzó el pasado 26 de marzo, una ofensiva aérea contra su vecino, en un intento para restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad, aunque está fortaleciendo prácticamente a los grupos extremistas como Al-Qaeda, que aprovecha el caos en Yemen para intensificar sus actividades terroristas.
Al menos 3512 personas han muerto en Yemen, entre ellas 492 menores y 209 mujeres, mientras que 6189 han resultado heridas como consecuencia de la intervención militar saudí en Yemen.
Los yemeníes han protagonizado varias marchas en condena de los bombardeos saudíes y en rechazo a la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que impone un embargo de armas contra Ansarolá.
Pese a los intentos del régimen de Al Saud y sus intentos para desintegrar a Yemen, Ansarolá sigue ganando el terreno ante Al-Qaeda y las fuerzas leales a Hadi.
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