Así reveló el reciente informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) con sede en Colombia e informes previos de otros organismos internacionales.
La actual situacion se debe a la presencia de varios grupos armados colombianos. Bogotá acusa a Caracas de apoyar a estas bandas criminales y, junto a EE.UU. y el opositor venezolano Juan Guaidó, finge luchar que lucha contra ellas.
De hecho, a principios de 2019 Guaidó recibió la ayuda de la banda criminal Los Rastrojos a fin de cruzar hacia Colombia y reunir fondos para introducir una supuesta ayuda humanitaria a Venezuela, aunque, en realidad, pretendía fomentar la violencia e impulsar un golpe de Estado.
Por otra parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha decretado varias veces la alerta naranja en la frontera y ha ordenado un despliegue militar en la zona para defender el país.
“Tengo información de primer orden de que se pretende un conjunto de provocaciones para un conflicto armado en la frontera colombo-venezolana (…) Lo denuncio y le digo a la fuerza armada preparados para defender la soberanía y el derecho a la paz”, advirtió Maduro en noviembre de 2019.
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