El Eid al-Adha es una de las principales festividades del calendario islámico. En ella, los musulmanes recuerdan la rendición del ser humano a la voluntad de Dios. La fiesta marca además el último día de los rituales del Hach, la peregrinación anual musulmana a La Meca.
Los fieles musulmanes de todo el mundo han acudido a las mezquitas para celebrar rezos colectivos. La fiesta es la más importante del año en varias naciones islámicas.
En Siria, el presidente Bashar al-Asad participó en el rezo en una mezquita de la ciudad de Qara, en la estratégica región de Al-Qalamun (suroeste), recién liberada del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). Y en Palestina, miles de musulmanes han celebrado esta gran fiesta en el este de Al-Quds (Jerusalén) y en la Franja de Gaza, asediada por Israel.
Entre otros actos recomendados en este día está el sacrificio de un cordero, camello o vaca, de los que la carne se distribuye entre los pobres.
La fiesta, conocida también como fiesta del sacrificio, recuerda la obediencia por el profeta Abraham (P) de una orden divina de que sacrificase a su amado hijo Ismael. En el momento del sacrificio, Dios lo impide y le da un cordero para que haga la ofrenda con él, con lo que Abraham supera la prueba de lealtad.
Esta festividad se celera en el tercer y último día de los rituales del Hach, la peregrinación anual musulmana a La Meca. En esta jornada, cada uno de los peregrinos hace su propio sacrificio con el objetivo de ponerse en la situación del profeta Abraham (P) y expresar fe en Dios.
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