Este acuerdo ha sido condenado enérgicamente por el Gobierno y la oposición nacionalista en Siria, así como por sus ciudadanos, quienes afirman que tal medida se produce en el marco de los intentos de desestabilizar Siria.
Las zonas seguras en el norte y el noreste de Siria vuelven a ocupar titulares en todos los medios de comunicación, en medio de una gran tensión que amenaza la integridad territorial del país. El Gobierno sirio rechazó categóricamente el pacto turco-estadounidense al respecto, que consideró una flagrante agresión a la soberanía y una violación al derecho internacional y la carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La oposición nacionalista con sede en Siria unió su voz a la del Gobierno. Reiteró que el acuerdo turco-estadounidense no verá luz y que este plan será enfrentado por todos los medios estipulados en el derecho internacional.
El rechazo al pacto entre Ankara y Washington une a los ciudadanos sirios, quienes estiman que se produce en el marco del papel destructivo que desempeñan ambos países en Siria desde hace más de 8 años y que la soberanía es una línea roja para cada ciudadano.
Los observadores en Siria señalan que los acuerdos entre Turquía y EE.UU. están condenados al fracaso, debido al rechazo de todos los componentes del pueblo sirio a estos planes, que solo buscan prolongar la crisis en este país.
Bashar Barazi, Damasco.
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