El almirante Alexandr Moiséyev, comandante de la Armada de Rusia, manifestó que “considerando al Ártico como una posible región de conflicto, Estados Unidos y los países de la OTAN intensificaron sus actividades militares en la región”.
En el escenario de un foro internacional dedicado a esa región del polo norte, Moiséyev remarcó que la OTAN entrena “las tropas para actuar en las difíciles condiciones del clima local y aumenta la disponibilidad operacional de sus fuerzas navales en el océano Ártico”.
En este sentido, el alto funcionario indicó que la OTAN “presta una especial atención a las operaciones a gran escala” que incluyen la participación de grupos de ataque de portaviones y el entrenamiento de desembarco naval.
Por último, señaló que la alianza bélica trata de impedir el dominio de Rusia en la región, además de limitar el potencial geopolítico y económico de la zona ártica.
En referencia al componente naval de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia en el Ártico, el almirante observó que había sido actualizado y se mantiene el más alto nivel de preparación.
Moscú ha denunciado durante años la expansión de la OTAN hacia fronteras rusas, la acumulación de fuerzas aliadas en Europa, el continuo incremento de gastos militares dentro del bloque y su creciente implicación en el conflicto ucraniano.
La OTAN, el bloque bélico encabezado por Estados Unidos, pese a sus promesas de no expandirse hacia las fronteras de la nación rusa, actualmente rodea a este país europeo por el flanco occidental.
En los últimos meses, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha condenado en reiteradas ocasiones el papel belicista de la OTAN en el respaldo a Ucrania contra Rusia. También ha declarado, tras el lanzamiento de misiles de largo alcance estadounidenses y europeos por Kiev hacia suelo ruso, que el bloque bélico entra de ese modo en una confrontación directa con Moscú.
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