A través de un comunicado, el Ministerio de Defensa de Irak informó el jueves de una reunión entre el jefe del Estado Mayor de Irak, el teniente general Othman al-Ghanimi, y el embajador ruso en Bagdad, Maksim Maksimov, en la que discutieron las vías para estrechar la “cooperación y coordinación” y enfatizaron la necesidad de intercambiar información para evitar el regreso del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
En este sentido, Al-Ghanimi destacó el desempeño de Rusia en el combate a Daesh y elogió a Moscú por haber respaldado a las “fuerzas armadas iraquíes con equipos y armas avanzadas que tuvieron un papel importante en la resolución de muchas batallas”, ponderó el mando militar iraquí.
Mientras tanto, un alto funcionario de inteligencia militar iraquí, que habló bajo condición de anonimato, dijo a la agencia estadounidense de noticias The Associated Press (AP), que Moscú figura en la lista de países que ofrecieron apoyo militar a Irak, tras el reciente pico de tensión entre Washington y Bagdad.
“Irak todavía necesita aviones de reconocimiento aéreo. Hay países, como Rusia e Irán, que han dado señales a Irak para apoyarnos y equiparnos con esos aviones”, subrayó.
La madrugada del 3 de enero, el teniente general Qasem Soleimani, comandante de las Fuerzas Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y el subcomandante de las fuerzas populares iraquíes (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, entre otros combatientes, fueron asesinados en un ataque selectivo de Washington, perpetrado por orden directa del mandatario de EE.UU. Donald Trump, en Irak.
Esta atrocidad estadounidense escaló las tensiones entre Bagdad y Washington, hasta niveles en que el Parlamento iraquí ratificó a principios de enero la ley de salida de fuerzas de EE.UU. de su territorio.
Desde entonces, los iraquíes realizan masivas manifestaciones para expresar su rechazo a la presencia de tropas de EE.UU. en su suelo y exigir su expulsión.
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