Conforme a una infografía difundida este lunes en el periódico ruso Krasnaya Zvezda (Estrella Roja), las Fuerzas Armadas de Rusia detectaron en un periodo de apenas siete días a 25 aviones de reconocimiento extranjeros que realizaban espionaje en las zonas fronterizas del país euroasiático.
Ante esta situación, los pilotos rusos se vieron obligados a volar 298 incursiones desde 87 aeródromos como parte del entrenamiento de combate, agrega el diario para después poner de relieve que se hicieron más de 900 vuelos para el transporte militar.
Además, prosigue, durante una semana, el personal de la defensa aérea de Rusia debieron operar cinco veces para interceptar aviones extranjeros a fin de evitar violaciones de las fronteras rusas.
No obstante, el rotativo asegura que en ninguno de los casos se violó el espacio aéreo nacional de Rusia aunque tampoco ha proporcionado información alguna sobre el origen de las aeronaves que intentaban espiar.
Estas interceptaciones por parte de Moscú tienen lugar mientras EE.UU. y sus aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han reforzado su presencia militar y sus actividades de espionaje cerca de las fronteras marítimas rusas.
Anteriormente, Rusia había anunciado que durante el año 2017 había desplegado sus aviones de guerra en 294 ocasiones con el fin de interceptar y “acompañar” a aviones intrusos y aeronaves militares que trataban de adentrarse en el espacio aéreo ruso, mientras señaló que varios de estos aparatos eran estadounidenses.
En esta misma línea, el Gobierno ruso ha tachado en reiteradas ocasiones los despliegues cerca de sus fronteras de “injustificados” y advertido del peligro que suponen para la seguridad de la región y del mundo entero.
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