El ministro de Asuntos Exteriores de la República Islámica de Irán, Seyed Abás Araqchi, y su par de Polonia, Radosław Sikorski, mantuvieron el miércoles una conversación telefónica en la que intercambiaron opiniones sobre las relaciones bilaterales, así como sobre cuestiones regionales e internacionales.
Araqchi felicitó a Polonia por asumir la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE) y expresó su esperanza de que durante este período se fortalezca la cooperación constructiva entre Irán y el bloque.
El jefe de la Diplomacia de Irán, al referirse a los diálogos en curso entre Irán y la troika europea, destacó que “Irán siempre ha estado comprometido con un enfoque basado en el diálogo y la cooperación para la resolución de problemas, al tiempo que está completamente preparado para cualquier escenario”.
Asimismo, aseguró que Irán siempre ha estado comprometido con un enfoque basado en el diálogo y la cooperación para resolver los problemas.
Por su parte, el canciller de Polonia hizo referencia a los 550 años de relaciones diplomáticas entre ambos países y al casi centenario Tratado de Amistad entre las dos naciones.
Describió las relaciones bilaterales como amistosas y expresó su esperanza de que se puedan resolver las cuestiones pendientes entre Irán y la Unión Europea, incluido el tema nuclear.
Desde 2021, Irán y la troika europea (Francia, Alemania y el Reino Unido) han sostenido diálogos centrados en el programa nuclear iraní y el levantamiento de sanciones, después de que Estados Unidos dejara ilegal y unilateralmente el histórico acuerdo nuclear bajo el anterior mandato de Donald Trump.
El 13 de enero de 2025, el vicecanciller iraní para Asuntos Jurídicos e Internacionales, Kazem Qaribabadi, anunció que Irán y la troika europea acordaron reanudar las negociaciones para lograr el levantamiento de sanciones.
Destacó que las conversaciones fueron serias, francas y constructivas, y que se discutieron ideas en las áreas de levantamiento de sanciones y cuestiones nucleares necesarias para llegar a un acuerdo.
Recientemente, el pasado 21 de noviembre, la Junta de Gobernadores de la AIEA aprobó una resolución, presentada por el Reino Unido, Francia y Alemania, que repetía las mismas alegaciones y solicitaba un informe “exhaustivo” sobre las actividades nucleares de la República Islámica hasta la primavera de 2025.
En respuesta, Irán comenzó a inyectar gas de uranio en sus centrifugadoras avanzadas de fabricación nacional, y reiteró su programa nuclear pacífico del país transparente y está bajo la supervisión de la AIEA.
La resolución antiraní fue aprobada a pesar de que Irán había acordado limitar sus reservas de uranio enriquecido al 60 % para mostrar su disposición a cooperar con el organismo. Teherán había advertido que respondería de manera proporcional, en caso de que se aprobara dicha resolución.
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