“Durante su primer mandato, Trump aplicó una política de máxima presión hacia Irán; una política fallida, que no lo decimos solo nosotros”, ha afirmado este lunes el vicecanciller iraní para Asuntos Políticos, Mayid Tajt Ravanchi.
El funcionario ha agregado que no está claro ahora qué políticas adoptará el nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, respecto a Irán, pero ha afirmado que Teherán está ideando estrategias y consultando con sus amigos sobre las nuevas políticas del flamante mandatario.
Ha subrayado que Trump, durante su primer mandato, creyó que podía imponer sus demandas a Irán a través de la política de máxima presión y retirándose del acuerdo nuclear de 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), “pero esto no sucedió en la práctica”.
“Como se ha dicho, esto no ocurrió y evidenció que la política de máxima presión hacia Irán ha fracasado”, ha señalado.
Acontecimientos regionales no tienen nada que ver con negociaciones nucleares
En otra parte de sus afirmaciones, Tajt Ravanchi ha rechazado los comentarios “irrelevantes y sin fundamento” de que el poder de Irán ha disminuido en la región o que se puede aprovechar de la situación en la zona en las conversaciones relativas a la cuestión nuclear de Irán. “Las cuestiones regionales no tienen nada que ver con las negociaciones [nucleares]”, ha dejado en claro.
El diplomático ha enfatizado también que las sanciones “crueles” apuntan al pueblo iraní y, en este sentido, ha afirmado que “algunos ciudadanos iraníes han sido arrestados bajo sospecha de violar las sanciones”.
En mayo de 2018, Estados Unidos comenzó a imponer sanciones unilateralmente contra Irán después de retirarse del JCPOA.
La entonces Administración Trump lanzó lo que llamó una campaña de máxima presión contra Irán, apuntando a la nación iraní con las sanciones “más duras de la historia”.
Aunque Trump no logró alcanzar sus objetivos declarados, las prohibiciones han perjudicado a la población iraní.
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