El embajador de Irán ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena (capital austriaca), Kazem Qaribabadi, en una entrevista concedida al portal khamenei.ir., publicada este viernes, ha dejado claro que “la única opción que se baraja sobre la mesa por la parte iraní es el levantamiento práctico de todas las sanciones y su verificación”, en referencia al proceso de eliminación de las medidas coercitivas de EE.UU.
Tal asunto se aborda en las conversaciones iniciadas el martes entre los representantes de los signatarios del pacto nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— en el marco de la Comisión Conjunta del convenio, suscrito en 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 (entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia, China, más Alemania).
¿Cuál es la postura de Irán con respecto al regreso de EE.UU. al PIAC?
La República Islámica reitera su posición de que no fue Irán el que incumplió los compromisos adquiridos en virtud del acuerdo nuclear, sino que fue EE.UU. el que lo violó a sabiendas de su yerro y puso en marcha una campaña de política hostil contra la nación persa, por lo que, si los estadounidenses quieren reincorporarse al PIAC, deben ser los primeros en levantar todas las sanciones de una manera práctica para que la República Islámica pueda verificar este paso posteriormente, ha señalado Qaribabadi.
De hecho, añade que, para Teherán, no es suficiente una simple firma de la parte estadounidense en un documento en el que se comprometa al levantamiento de las medidas draconianas, sino que la parte iraní debe comprobar los efectos prácticos de dicho desbloqueo y solo entonces la República Islámica estará lista para volver a cumplir íntegramente con sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear.
En primer lugar, ha proseguido, deben levantarse todas las sanciones que se suprimieron en virtud del acuerdo nuclear y que fueron reimpuestas por el Gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump.
En segundo lugar, la Administración de Trump impuso algunas medidas restrictivas nuevas, además de las levantadas tras la firma del PIAC, ha agregado, aseverando que estas sanciones también deben anularse. En tercer lugar, añade, hay restricciones impuestas por motivos no nucleares. Estas también deben levantarse por completo.
Todas estas cuestiones se han planteado claramente en los distintos encuentros organizados por los demás signatarios para dialogar sobre un posible reingreso de EE.UU. al pacto, incluido en el marco de la Comisión Conjunta del convenio, que se está desarrollando en Viena en este momento, ha detallado el funcionario persa.
Conforme a Qaribabadi, el acuerdo nuclear atraviesa un destino incierto tras la salida unilateral de EE.UU. en mayo de 2018, pues la entonces Administración de Trump no escatimó esfuerzos para destruir este logro diplomático mediante su llamada campaña de “presión máxima”, destinada a obligar a Teherán a renegociar el pacto; un objetivo que nunca llegó a conseguir.
Después de la retirada de EE.UU. del acuerdo nuclear, Irán esperó un año en el que dio una oportunidad al resto de los firmantes para salvarlo, pero, ante la pasividad de los europeos, empezó a reducir gradualmente sus compromisos.
La nueva Administración de EE.UU., presidida por Joe Biden, se ha expresado lista para volver al acuerdo, pero ha puesto como condición que primero Irán debe cumplir plenamente sus compromisos nucleares. Teherán rechaza cualquier precondición de dicha índole.
De hecho, las autoridades iraníes han venido reiterando en repetidas ocasiones que las medidas adoptadas por Teherán sobre su programa de energía nuclear son reversibles, siempre y cuando, EE.UU. se reincorpore al PIAC levantando la totalidad de sus sanciones impuestas a Irán.
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