“El coronavirus demostró que las sanciones bilaterales e ilegales de Estados Unidos, que se han impuesto al pueblo de Irán en el marco de una política de máxima presión, suponen una amenaza a la salud internacional”, ha comunicado este sábado la embajada iraní en Francia.
La misión diplomática persa ha alertado de la política de restricciones estadounidense, en un momento en que el mundo entero se ha puesto en alarma por el brote del nuevo coronavirus, denominado COVID-19.
Las consecuencias negativas de las duras sanciones que Washington mantiene sobre Teherán después de su salida del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— ha vuelto a hacer sonar las alarmas, a medida que sigue la propagación del nuevo coronavirus.
Informes recurrentes han sugerido que los afectados por la epidemia en Irán sufren como resultado de las restricciones impuestas por Estados Unidos a la exportación de ciertos medicamentos a Irán.
Al respecto, la Asociación de Importadores de Equipos Médicos de Irán ha explicado que los embargos estadounidenses han hecho que el país persa no pueda importar kits de prueba de coronavirus, lo cual obstaculiza enfrentar el brote de infección.
En otra parte de su comunicado y alertando de la dimensión global de la epidemia, la embajada iraní en Francia ha enfatizado la necesidad de aumentar cooperaciones integrales entre los países para poder controlar el brote.
El texto subraya el compromiso de la República Islámica con el principio de la transparencia informativa a la hora de difundir la cifra de los contagiados y muertos por el COVID-19, y pide a otros países que se comporten de la misma manera y estén comprometidos a las regulaciones sanitarias para ayudar a los pacientes.
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