En un comunicado emitido hoy sábado, el portavoz del Gobierno de Irán, Ali Rabiei, ha condenado los “actos perversos” contra el buque cisterna SABITI, perteneciente a la Compañía Nacional de Petrolero de Irán (NITC, por sus siglas en inglés), mientras navegaba a 60 millas (95 kilómetros) del puerto saudí de Yeda.
El buque fue golpeado ayer viernes por la mañana en dos ocasiones separadas por dos misiles lanzados desde un lugar cerca del corredor de paso del petrolero en el este del mar Rojo, según señaló el vocero de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi.
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Al respecto, Rabiei ha arremetido contra los gobiernos que no toleran ninguna esperanza para la paz en la región de Oriente Medio que requiere más que nunca la tranquilidad para curar las heridas de los fratricidios prolongados; gobiernos cuyas existencias dependen de la agresión a otros países y del aprovechamiento del estallido de la guerra.
“¿Los que sin ofrecer ningún documento creíble se apresuraron a acusar a Irán de socavar la libre navegación en el Golfo Pérsico y de estar detrás del ataque a la petrolera saudí, Aramco, defienden hoy, una vez más, los principios de la libre navegación en las aguas internacionales y condenan los ataques al buque iraní?”, ha puesto en entredicho.
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El titular del Gobierno del país persa ha calificado de sospechoso lo ocurrido al petrolero iraní enfatizando que es otro intento para crear una nueva tensión con la República Islámica, ya que no es la primera vez que es objeto de medidas destructivas.
¿Los que sin ofrecer ningún documento creíble se apresuraron a acusar a Irán de socavar la libre navegación en el Golfo Pérsico y de estar detrás del ataque a la petrolera saudí, Aramco, defienden hoy, una vez más, los principios de la libre navegación en las aguas internacionales y condenan los ataques al buque iraní?”, ha puesto en entredicho el portavoz del Gobierno de Irán, Ali Rabiei, en reacción al ataque al petrolero iraní SABITI en el mar Rojo.
El país persa ha reiterado en diferentes ocasiones su disposición para garantizar la seguridad de la zona con la participación de los países regionales y sin injerencia externa, y denuncia que varios incidentes que han ocurrido en la zona es por la presencia ilegal de los elementos extranjeros, en concreto EE.UU.
“La inseguridad en el Golfo Pérsico es causada principalmente por la intervención de Estados Unidos y su terrorismo económico empleado contra los iraníes”, denunció en agosto el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
En el marco de las sanciones impuestas a Irán, el Gobierno estadounidense pretende reducir a cero, aun recurriendo al uso de la fuerza, la venta del crudo iraní a partir del día 4 del próximo noviembre cuando Washington tiene previsto reimponer las restricciones relacionadas a temas nucleares que fueron suspendidas bajo el pacto nuclear de 2015 entre Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania).
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Para materializar este objetivo recurre a cualquier medida que esté a su alcance. El pasado 4 de julio, incitó al Reino Unido a retener el buque cisterna Adrian Darya 1 (anteriormente Grace 1), cargado con crudo iraní, en las aguas españolas del estrecho de Gibraltar.
Incluso, procedió a solicitar al Tribunal Supremo del enclave británico que continuara la retención, no obstante, las autoridades gibraltareñas han asegurado que no hay razón para ello.
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