El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, expresó el lunes sus más sinceras condolencias a todos los iraquíes, incluidos los allegados de las víctimas, por el trágico y mortal atentado.
El diplomático dijo que la República Islámica está decidida a continuar apoyando al Gobierno y a la nación iraquíes en su implacable lucha contra el terrorismo: lacra que deviene de la ideología extremista de grupos terroristas respaldados por países extranjeros.
Los ataques fueron obra de dos kamikazes que se hicieron explotar en la plaza Al Tayaran, una importante zona comercial de Bagdad y que se ha convertido en blanco habitual de mortíferos atentados.
En diciembre, Irak anunció el “fin de la guerra” contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), expulsado de la región de Bagdad y del conjunto de las zonas urbanas y habitadas que controlaba en el país, pero el Gobierno sigue luchando contra otras células terroristas que operan en varios puntos del país.
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