Este lunes, el presidente del Poder Judicial persa, el ayatolá Sadeq Amoli Lariyani, ha refutado enérgicamente el reciente informe de EE.UU. sobre la situación de los derechos humanos en Irán, que cuestionaba varios temas, entre ellos, las elecciones presidenciales del 14 de junio de 2013.
Lariyani, que hacia estas afirmaciones en una reunión con funcionarios de alto rango del Poder Judicial, ha destacado que tales reclamaciones se basan en los informes falsos proporcionados por integrantes del grupúsculo terrorista Muyahedin Jalq (MKO, por sus en ingles) y otras bandas antiraníes.
Tales alegaciones no tienen ningún valor para la República Islámica del Irán y el Gobierno de EE.UU. debe saber que la repetición de estos métodos ineficientes, provocados por MKO para atacar a la República Islámica, no quedará sin respuesta”, ha subrayado el presidente del Poder Judicial persa, el ayatolá Sadeq Amoli Lariyani.
"Tales alegaciones no tienen ningún valor para la República Islámica del Irán y el Gobierno de EE.UU. debe saber que la repetición de estos métodos ineficientes, provocados por MKO para atacar a la República Islámica, no quedará sin respuesta”, ha subrayado.
A continuación, ha denunciado que EE.UU., acusado de múltiples casos de violación de los derechos humanos, no está en condiciones de evaluar la situación de los derechos fundamentales en otros Estados.
"Los estadounidenses, que están directa o indirectamente involucrados en varios delitos contra los derechos humanos en Vietnam, Palestina, Irak, Afganistán, Yemen y otras partes del mundo, no está en posición de valorar la situación de los DD.HH. en Irán", ha dicho el ayatolá Amoli Lariyani.
Las declaraciones del alto funcionario iraní se producen días después de que el viernes el Departamento de Estado de EE.UU. divulgara su informe anual 2016 sobre los derechos humanos en el mundo, donde ha vuelto a criticar a Irán y otros países.
En este documento, que no fue presentado por el secretario de Estado como otras veces, se acusa a la República Islámica de “ejecuciones arbitrarias e ilegales y de condiciones de detención que ponen en peligro la vida de los reclusos”.
Las autoridades persas en reiteradas ocasiones han advertido de que la instrumentalización de asuntos relacionados con los derechos humanos en pro de ciertos intereses políticos, como es el caso de EE.UU., hace que tambaleen la base constitucional de los derechos humanos y los valores que representan.
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