En medio de un frágil alto el fuego, los palestinos de la sitiada Gaza comenzaron a engalanar las devastadas calles del enclave con decoraciones tradicionales, aunque los comerciantes tienen pocas esperanzas de generar muchas ventas, debido a la crisis provocada por la guerra.
Con los pocos recursos que han podido llegar a las zonas ocupadas de Palestina los comerciantes ofrecen sus productos, y contrastan la diferencia con años anteriores.
Una parte muy importante del mes del Ramadán son los espacios de oración, muchos de ellos destruidos por las tropas sionistas. En la mayoría de los sitios improvisados se preparan con igual júbilo para recibir a los fieles.
El Ramadán es el noveno mes del calendario de la hégira lunar, respetado por el mundo islámico como el mes del ayuno, oración, reflexión y comunidad. Este año los musulmanes de Palestina celebran la fecha en medio de un alto al fuego con Israel. Las comidas nocturnas y los adornos se reducen a limitados recursos que han podido llegar hasta el enclave costero a través de los pasos fronterizos.
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