El régimen sionista ha aseverado este martes que terminará todos los vínculos con la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), y cualquier otro organismo que actúe en su nombre en los territorios ocupados, a pesar de las advertencias de que la medida socavará el alto el fuego en Gaza.
Por su parte, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha alertado de que la decisión de Israel de prohibir todas las actividades de la organización tanto en territorios palestinos será “un completo desastre”.
Lazzarini, que ha lamentado que esto pondrá el peligro el trabajo de la agencia y contribuirá a un “aumento de la inestabilidad y la desesperación” de la población palestina, ha alertado de que esta medida, que entrará en vigor el jueves, hará peligrar “la respuesta humanitaria internacional”.
“Esto entorpecerá las operaciones de la agencia en un momento de vital importancia, y empeorará las ya de por sí catastrófica situación a la que se enfrentan los palestinos en Gaza y Cisjordania”, ha afirmado Lazzarini durante su intervención ante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
El jefe de UNRWA ha remarcado que esta medida únicamente socavará el alto el fuego y saboteará el proceso de recuperación y transición política en el enclave.
“Esperamos que el sufrimiento en Gaza termine”, ha agregado.
“La agencia es vital para apoyar a la población local y, aun así, en dos días nuestras operaciones en los territorios ocupados se van a ver duramente golpeadas a medida que entran en vigor las nuevas legislaciones israelíes que prohíben nuestra actividad”, ha lamentado.
En este contexto, Lazzarini ha declarado que este “asalto continuado a la UNRWA afecta a las vidas y el futuro de los palestinos y erosiona su confianza en la comunidad internacional, poniendo en tela de juicio su esperanza sobre lograr finalmente paz y la seguridad”.
Ha afirmado que “los ataques políticos contra la agencia parten del deseo de privar a los palestinos del estatus de refugiado. El objetivo es negarle su derecho a la autodeterminación y eliminar su historia e identidad”.
El alto el fuego entre en la bloqueada Franja de Gaza se alcanzó después de 15 meses de guerra genocida del régimen en el enclave palestinos, que se cobró la vida de al menos 47 306 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
El régimen aceptó el alto el fuego después de no lograr ninguno de sus objetivos en tiempos de guerra, incluyendo liberar a los retenidos, “eliminar” la Resistencia de Gaza y provocar el desplazamiento forzado de toda la población de Gaza al vecino Egipto.
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