El Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med) ha indicado este sábado que el ejército israelí continúan llevando a cabo una destrucción sistemática y generalizada de zonas residenciales y barrios, infraestructura e instalaciones civiles.
Desde el fallo del tribunal que exige al régimen israelí evitar actos genocidas en la Franja de Gaza hace dos semanas, el grupo de derechos humanos ha aseverado que las fuerzas militares de Israel han matado a 1864 palestinos, incluidos 690 niños y 441 mujeres, además de herir a más de 2933 personas.
“Por lo tanto, Israel continúa violando sus obligaciones internacionales y la decisión del tribunal más alto del mundo al cometer el crimen de todos los crímenes: el crimen de genocidio”, ha lamentado.
En una entrevista con el diario británico The Guardian, la relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, afirmó que a pesar del fallo del tribunal, la violencia y la demolición de infraestructuras civiles continuaron en Gaza por parte de Israel.
“Las muertes no son únicamente el resultado de bombardeos y ataques de francotiradores”, manifestó. “También ocurren debido a la escasez de suministros y tratamientos médicos y, lo que es más preocupante, debido al acceso inadecuado a alimentos y agua potable, lo que obliga al consumo de agua contaminada o contaminada”, agregó.
A finales de diciembre, Sudáfrica, signataria de la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, presentó una demanda contra Israel ante la CIJ por el genocidio en la Franja de Gaza.
La CIJ expresó el 26 de enero en su veredicto que Israel debe impedir actos genocidas en su guerra en la Franja de Gaza y permitir la entrada de ayuda al enclave palestino.
Los abogados dicen que el grado de cumplimiento por parte de Israel de las órdenes de la CIJ es una prueba no sólo de la autoridad del tribunal sino de otros signatarios de la convención sobre genocidio.
El tratado define el genocidio como “actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Todos los países que firmaron la convención están obligados a no cometer genocidio y también a prevenirlo y castigarlo. El régimen israelí también es signatario de la Convención sobre el Genocidio.
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