La suspensión de la financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos por parte de Estados Unidos y sus aliados genera preocupaciones sobre la situación humanitaria en la Franja de Gaza, cuya población sufre el genocidio israelí desde hace casi cuatro meses. En este sentido, el portavoz de la OMS, Christian Lindemeier, pidió a los países occidentales reconsiderar su decisión.
Conforme con Lindmeier, el debate sobre cortar la financiación a la UNRWA por la supuesta colaboración de algunos de sus empleados con el Movimiento de Resistencia Palestina, HAMAS, es una distracción a la tragedia en el enclave costero.
En El Líbano, decenas de personas se manifestaron frente a la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos en Beirut, la capital, para expresar su rechazo a los recortes de financiación del ente.
En el mismo contexto, el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, calificó la medida como un castigo colectivo. Afirmó que causa el sufrimiento de inocentes y, por ende, es prohibido por el derecho internacional humanitario.
La medida contra el organismo, cuyo papel principal es ayudar a los palestinos afectados por la agresión israelí desde hace más de 7 décadas, confirma, una vez más, la complicidad de los países occidentales en los crímenes de la entidad sionista.
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