Palestina no se cansa de denunciar la política expansionista del régimen de Israel. Cientos de personas, entre jóvenes y ancianos, se reúnen cada semana en aldeas de Kafr Qadum, Beit Dajan y Beita, en la ciudad Nablus, en norte de Cisjordania ocupada, para evitar la construcción de nuevos asentamientos israelíes en esta zona.
Las protestas siempre terminan en enfrentamientos y dejan heridos entre los manifestantes. Sin embrago los palestinos aseguran que su voluntad de resistir es inquebrantable.
En otra parte, en los últimos meses los soldados y los colonos israelíes, han aumentado significativamente su agresión contra los palestinos sobre todo en el barrio de Sheij Yarrah, que se ha convertido en un símbolo de la resistencia palestina contra el colonialismo ilegal israelí en Al-Quds (Jerusalén).
Asimismo, los residentes junto con las activistas celebrando marchas en este barrio protestaron contra la amenaza de expulsión de decenas de familias palestinas de sus hogares.
En tal coyuntura, el régimen de Israel decidió desplegar ampliamente sus fuerzas de seguridad en estas zonas ante el posible aumento de las confrontaciones con los palestinos.
Israel sigue desafiando los llamados de la comunidad internacional que considera ilegales los asentamientos que Tel Aviv ha construido y sigue levantando en los territorios ocupados.
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