Los manifestantes se han concentrado este domingo por la noche cerca de su residencia, en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), para reclamar la salida del primer ministro israelí inculpado por corrupción y acusado de mala gestión de la pandemia de coronavirus, causante de la COVID-19, y de la mala economía.
Los indignados han llevado pancartas en las que llamaban a Netanyahu “ministro del crimen” y han exigido su renuncia por los procesos penales en los que se le acusa de fraude, soborno y abuso de confianza.
Además, han denunciado la desastrosa gestión económica de su gabinete. Estas protestas de los ciudadanos se suman a las anteriores, en las que expresaron su hartazgo por la ineficacia de Netanyahu y sus ministros.
Por su parte, las fuerzas de seguridad israelíes han empleado mano dura para dispersar a los manifestantes. Según los medios locales, decenas de personas han resultado heridas y han sido detenidas por los agentes policiales.
En enero pasado, el fiscal general del régimen de Israel acusó formalmente a Netanyahu de corrupción y presentó ante un tribunal una solicitud para el procesamiento del premier por delitos de soborno, fraude y abuso de confianza en los tres casos que le salpican, conocidos como 4000, 2000 y 1000.
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