“No observamos nuestras relaciones con Rusia como una alternativa a las relaciones con los demás. Y, nadie, ni el Occidente ni Rusia, debe o puede pedirnos elegir”, indicó el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, desde Washington,
En un discurso ofrecido el miércoles en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Cavusoglu dejó claro que Ankara “no está obligada a elegir” entre Rusia y “otros aliados”.
Sus declaraciones llegaron en la misma jornada en que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, indicara en un tuit que “Turquía debe elegir” entre permanecer como un socio importante en “la alianza militar más exitosa en toda la historia” o “arriesgar” la colaboración “adoptando imprudentes decisiones que socavan nuestra alianza en la OTAN”, recalcó Pence en alusión a la decisión de Ankara de comprar a Rusia los sistemas antiaéreos S-400.
El jefe de la Diplomacia turca, no obstante, destacó en la cita “la incapacidad” de la Alianza Atlántica de cubrir el espacio aéreo de su país, razón por la cual, el país euroasiático necesita “urgentemente” los sistemas rusos de defensa aérea, que “es un tratado hecho”, dijo Cavusoglu, según citan los medios locales.
No observamos nuestras relaciones con Rusia como una alternativa a las relaciones con los demás. Y, nadie, ni el Occidente ni Rusia, debe o puede pedirnos elegir”, indicó el canciller turco, Mevlut Cavusoglu.
Cavusoglu, asimismo, remachó que el bloque militar occidental no necesita integrar los sistemas S-400 rusos a su infraestructura y que “esto no es el objetivo” de Ankara. Los S-400 son para uso propio, “es un sistema de defensa”, insistió.
Turquía, anunció el canciller, podría “suspender” por completo el proceso de adquirir los cazas F-35, de fabricación estadounidense, porque está comprando los sistemas rusos de defensa aérea.
Según un acuerdo suscrito a finales de 2017, Ankara se comprometió a comprar a Moscú dos sistemas S-400 por valor de unos 2500 millones de dólares: la primera entrega está prevista para marzo de 2020.
Estados Unidos que considera los S-400 “una amenaza” para las capacidades tecnológicas más avanzadas de su Ejército, ha amenazado en reiteradas ocasiones a Turquía con imponerle sanciones y detener la entrega de los F-35 o el sistema de misiles Patriot en el marco de la denominada Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés).
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