• Los manifestantes antigubernamentales sostienen imágenes del clérigo chií sheij Isa Ahmad Qasem en una protesta en Budaiya (noroeste de Baréin).
Publicada: jueves, 28 de marzo de 2019 17:15

Amnistía Internacional (AI) advierte que Baréin no puede ocultar el sombrío historial de derechos humanos del país acogiendo los entrenamientos de la Fórmula 1.

Samah Hadid, directora de campañas para Oriente Medio de AI, dijo que la celebración del Gran Premio de Baréin 2019 de Fórmula 1 —del 29 al 31 de marzo— es un intento desesperado del régimen de los Al Jalifa para recuperar su imagen empañada por numerosas violaciones de los derechos humanos que ha cometido.

“Tras el glamour de la F1, Baréin tiene una cara mucho más siniestra, que revela al país como un Estado profundamente represivo donde cualquier persona que critique al gobierno puede ser encarcelada simplemente por publicar un tuit”, criticó Hadid el martes.

La activista arremetió contra el régimen bareiní por atacar de manera “implacable” a defensores destacados de los derechos humanos. Recordó el caso del prominente activista Nabil Rayab, quien fue declarado culpable y condenado a cinco años de prisión por criticar, vía Twitter, la agresión de Arabia Saudí —aliado de Manamá— a Yemen y las denuncias de torturas en la prisión de Yaw, donde está detenido.

En lugar de tratar de lavar su imagen con un evento deportivo y ocultar tras el brillo de la alta velocidad su lamentable historial de derechos humanos, el gobierno bareiní debe derogar de inmediato las leyes que criminalizan la libertad de expresión y debe acelerar la excarcelación de todos los presos de conciencia”, subrayó Samah Hadid, directora de campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional.

 

“En lugar de tratar de lavar su imagen con un evento deportivo y ocultar tras el brillo de la alta velocidad su lamentable historial de derechos humanos, el gobierno bareiní debe derogar de inmediato las leyes que criminalizan la libertad de expresión y acelerar la excarcelación de todos los presos de conciencia”, subrayó Hadid.

Baréin desde 2011, ha sido escenario de masivas protestas en las que los indignados exigen a diario que la monarquía de Al Jalifa renuncie al poder y permita que se establezca un sistema justo que represente a todos los ciudadanos bareiníes.

Defensores de los derechos humanos, periodistas, activistas políticos, clérigos chiíes y manifestantes pacíficos son blancos frecuentes de ataques del régimen.

El régimen responde con medidas represivas a las denuncias de los activistas y somete a juicios sumarios a los políticos y civiles opositores, afirman diversos grupos pro derechos humanos, entre ellos, AI y el Organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

ftm/sjy/alg

Comentarios