Durante el 37º aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista de Nicaragua en Managua, Daniel Ortega aseguró el martes que los poderes mundiales dedican su riqueza a “impulsar los conflictos bélicos y la explotación” en vez de acabar con los problemas como “la pobreza, el auge del terrorismo y el calentamiento global”.
Asimismo, al considerar el terrorismo como un flagelo mundial que se está extendiendo, el también líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) sostuvo que la intención de las potencias para desestabilizar los Gobiernos progresistas, además, ha causado que los grupos terroristas como EIIL (Daesh en árabe) penetren pánico más allá del Oriente Medio en Europa.
Seríamos más que cobardes y traidores si no decimos lo que pensamos ante esta barbarie en la que han sumido al mundo. Ojalá no sea tarde, porque la cifra de muertes va en aumento", subraya el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
A este respecto, aseguró que los recientes incidentes terroristas, de igual manera, se deben al “terrorismo de estado auspiciado por las potencias capitalistas”. “Seríamos más que cobardes y traidores si no decimos lo que pensamos ante esta barbarie en la que han sumido al mundo. Ojalá no sea tarde, porque la cifra de muertes va en aumento", subrayó.
En otro momento de sus declaraciones durante el mencionado acto –en el que participaron personajes políticos como los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel– mencionó “cambios radicales”, como el cese del analfabetismo, entre otros logros de la Revolución Nicaragüense que puso fin a 45 años del régimen dictatorial de la familia Somoza en 1979.
En esta misma línea, hizo referencia a la dictadura de la familia Somoza, durante la cual Nicaragua vivía un alto nivel de analfabetismo y que contaba con “un pueblo sin conocimiento y sin cultura”, lo que a su parecer permitía controlar a la población.
En el festejo –por el que se concentraron miles de ciudadanos nicaragüenses en la Plaza de la Fe Juan Pablo II, de Managua– por su parte, Sánchez Cerén consideró el triunfo de la Revolución Sandinista hace 37 años de una ayuda a la “libertad de toda América Latina”.
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