“Al considerar que existe el temor de que la situación afecte gravemente a la vida de la gente y a la economía (...) declaro el estado de emergencia”, ha afirmado Abe.
Según sus declaarciones, se efectúa estado de emergencia en Tokio, la capital; Osaka, la segunda ciudad más grande del país; y otras cinco jurisdicciones, incluidos Kanagawa, Saitama, Chiba, Hyogo y Fukuoka, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, denominado COVID-19.
Aunque se declara el estado de emergencia, ha añadido, pero eso no significa que la ciudad esté confinada como ocurre en otros países.
La medida pretende reforzar el distanciamiento social entre personas para contener la expansión del brote y mantener las actividades sociales y económicas al mínimo. Se prevé que la duración inicial de la medida sea de un mes, aunque no se descarta que se amplíe más tiempo si fuera necesario.
Asimismo, afirmó que lanzaría un plan de estímulo económico que asciende a 108 billones de yenes (1 mil millones de dólares) para ayudar a contrarrestar el impacto económico de la pandemia, lo que incluiría pagos en efectivo a los hogares necesitados y apoyo para proteger negocios y empleos.
Según el alto cargo, la decisión fue tomado después de que los expertos del equipo formado por el Gobierno instaron a Abe a preparar el estado de emergencia ante la rápida expansión del brote en grandes ciudades del país.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, a su vez, aseveró que la ciudad empezaría a transferir pacientes con pocos o ningún síntoma de hospitales a hoteles y otros alojamientos, para dejar espacio a los enfermos con síntomas graves.
El nuevo coronavirus, detectado por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan, se ha propagado por 209 países del mundo y, según las últimas cifras, ha dejado más de 1 350 00 contagiados y 745 000 muertos a nivel global. Entre tanto, Japón se encuentra en una situación más ventajosa comparado con otros países, con 3906 infectados y 92 muertos en total.
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