La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Marta Hurtado, ha subrayado en una rueda de prensa que estas limitaciones religiosas “solo deben establecerse en limitadas circunstancias, incluyendo razones de seguridad y orden público, salud pública o moral”.
Hurtado ha hecho estas declaraciones un día después de que Francia anunció la prohibición del uso de la abaya, túnica holgada y larga que usan algunas mujeres musulmanas, en las escuelas públicas.
Hurtado, también, ha afirmado que “lograr la igualdad de género exige entender las barreras que impiden a mujeres y niñas ejercer la libertad de elección, y crear entornos que apoyen su propia toma de decisiones, lo que no solo afecta a su elección de vestimenta”.
Francia ha justificado esta polémica actuación por razones de laicidad para hacer frente a una creciente minoría musulmana en virtud de la Ley de 2004 que prohíbe el velo islámico en las escuelas y en 2010, el velo integral en los lugares públicos, lo que enfureció a algunos miembros de la comunidad musulmana gala, compuesta por cinco millones de personas.
pnz/rba