Alexander Lukashenko manifestó que necesitaba sistemas de misiles balísticos Iskander, que son móviles, tienen un alcance de hasta 500 kilómetros y transportan ojivas convencionales o nucleares para desplegarlos en el sur y el oeste del país.
“Necesito varias divisiones en el oeste y el sur para dejarlas allí”, dijo Lukashenko en una entrevista publicada el sábado por la revista Defensa Nacional.
Sin embargo, el mandatario no dio indicios de si había mantenido conversaciones con Moscú sobre la entrega de estos sistema, mientras que el Ministerio de Defensa de Rusia aún no se ha pronunciado al respecto.
A mediados de septiembre, Lukashenko informó de la decisión de comprar armas rusas por un valor aproximado de 1000 millones de dólares, pero dejó claro que Rusia y Bielorrusia nunca usarán sus armamentos en contra de los países vecinos, sino que se preparan “para defender sus tierras”.
Rusia es un aliado cercano de Bielorrusia, a la que la Unión Europea (UE) acusa de crear una crisis en su frontera con Polonia . El bloque comunitario afirma que Minsk está tratando de contrabandear migrantes a Polonia transfiriéndolos por aire e incitándoles a solicitar asilo.
Bruselas se está preparando para sancionar a Minsk por la crisis en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, mientras que Rusia ha sido acusada por Occidente de ayudar a Bielorrusia a convertir la crisis en un arma en medio de advertencias de que el Kremlin también se está movilizando para invadir Ucrania.
No obstante, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, rechazó el sábado tales acusaciones al apuntar a los países occidentales como responsables de la referida crisis en la frontera bielorrusa-polaco.
A su vez, Minsk ha denunciado constantemente el despliegue militar polaco cerca de sus fronteras, y acusa a Varsovia de cortar el paso a los migrantes usando incluso “violencia física” y “disparando por encima de sus cabezas”.
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