“Hay quienes quieren que la pacífica situación en Bielorrusia derive en violencia. Buscan provocar un derramamiento de sangre y que se repita el escenario ucraniano”, ha denunciado este domingo el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, durante un foro que acoge la ciudad de Solnechnogorsk, cerca de Moscú (capital rusa).
Sus declaraciones tienen lugar en momentos en los que Bielorrusia es, en los últimos días, escenario de protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales celebradas el 9 de agosto, en las que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, obtuvo el 80,1 % de los votos. Al respecto, la oposición bielorrusa denuncia un supuesto fraude en el proceso electoral y llama al diálogo.
El titular ruso ha sostenido que la oposición bielorrusa está siguiendo “el guion venezolano” o ucraniano al hablar de la dimisión de Lukashenko, agregando que “los opositores proponen negociar con las actuales autoridades únicamente las condiciones para la salida del presidente de Bielorrusia”.
No obstante, ha indicado, esta situación se asemeja a “lo que ocurre en Venezuela, cuando un presidente legítimo es declarado un paria”.
Lavrov también ha destacado que Rusia percibe indicios de normalización en cuanto a la coyuntura en Bielorrusia, subrayando que será el pueblo bielorruso el que “decidirá por sí mismo cómo salir de esta situación”.
Lukashenko atribuyó la caótica situación en Bielorrusia a “elementos de injerencia extranjera”, denunciando que la Administración estadounidense planea dirigir las protestas antigubernamentales con la connivencia de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, su homólogo ruso, Vladimir Putin, ya ha aseverado que, conforme a un acuerdo militar colectivo suscrito entre los dos países, Moscú está listo para enviar tropas a Bielorrusia, si fuera necesario.
mrp/anz/myd/mkh