Los jefes de Estado de la Unión Europea (UE) no reconocen los resultados de las elecciones presidenciales en Bielorrusia, que se celebraron el pasado 9 de agosto, y cuyo escrutinio final otorgó la victoria al presidente Alexander Lukashenko, así lo anunció la canciller alemana, Angela Merkel, tras una videocumbre de emergencia de la UE.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, habló de la imposición de sanciones contra los que llamó responsables de la violencia y fraude.
La reacción de la UE se produce después de que la líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tikhanovskaya, una novicia política de 37 años que huyó a la vecina Lituania, reclamó la victoria en la votación e instó a los líderes europeos a rechazar la reelección del presiente Lukasehnko.
A su vez, Lukashenko, indicó que no debe haber ningún disturbio más en el país. Criticó la injerencia foránea y dejó claro que las potencias occidentales deberían centrarse en sus propios problemas.
En este sentido, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió del error de una mediación externa sobre los acontecimientos en Bielorrusia, acusó a las potencias extranjeras de utilizar la crisis para interferir en el país.
Las protestas surgieron en Bielorrusia después de que el actual presidente, Lukashenko, reclamó la victoria en las presidenciales con el 80 por ciento de los votos. Esto provocó masivas manifestaciones de quienes no aceptan los resultados.
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