• Felipe VI, rey de España.
Publicada: miércoles, 23 de diciembre de 2015 0:51
Actualizada: miércoles, 23 de diciembre de 2015 1:12

El monarca de España, Felipe VI, está inquieto ante el bloqueo institucional consiguiente si los partidos ganadores de las elecciones no alcanzan un pacto o ante la posibilidad de que este, de haberlo, incluya a los partidos separatistas.

Fuentes cercanas a Felipe VI revelaron el martes que el rey “lleva varios días muy angustiado” por el posible bloqueo institucional del país si los partidos ganadores en las elecciones generales del 20 de diciembre no se ponen de acuerdo con la futura gestión del país.

Si el rey logra que se pongan de acuerdo, tendremos un gobierno, por muy difícil que tenga completar la legislatura. Si no, se repetirán las elecciones, caerán los mercados y veremos qué pasa con la credibilidad de España”, precisaron fuentes cercanas a Felipe VI.

También anunciaron que la Casa Real ha decidido que el rey se reúna con los líderes de las principales agrupaciones, en especial, con el presidente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, con el objetivo de conocer su postura, ya que de él depende la celebración de nuevas elecciones.

Los resultados de las elecciones generales de España ponen de relieve la fragmentación del Parlamento entre los cuatro partidos más votados.

 

“Si el rey logra que se pongan de acuerdo, tendremos un gobierno, por muy difícil que tenga completar la legislatura. Si no, se repetirán las elecciones, caerán los mercados y veremos qué pasa con la credibilidad de España”, precisaron dichas fuentes.

Además, desvelaron la preocupación de Felipe por una posible coalición entre los partidos independentistas, que alcanzaron el 32 % de los votos.

“Sería fatal, institucionalmente hablando, que algún partido, por acceder a la Moncloa, pactara con los independentistas la celebración de un referéndum vinculante que quisiera romper con España. Para el rey, que asume la jefatura del Estado, es una situación muy complicada que, como es lógico, desea evitar a toda costa”, reconocieron.

“Sería fatal, institucionalmente hablando, que algún partido, por acceder a la Moncloa, pactara con los independentistas la celebración de un referéndum vinculante que quisiera romper con España. Para el rey, que asume la jefatura del Estado, es una situación muy complicada que, como es lógico, desea evitar a toda costa”.

Ante esta situación, el presidente actual del Gobierno español y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, tiene previsto conversar este miércoles con Sánchez en el Palacio de la Moncloa para acordar la abstención del PSOE en la segunda votación y permitir la investidura de Rajoy.

El secretario del PSOE, César Luena, aseguró el lunes que los diputados socialistas van a rechazar la investidura del candidato del PP argumentando que sus 5,5 millones de votantes “han votado para cambiar a Rajoy”.

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno de España, Pedro Sánchez (dcha.), y su rival, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.

 

Rajoy necesita, pese a que fue el más votado, el respaldo de otros partidos para convertirse de nuevo en Presidente del Gobierno, pues su partido no ha conseguido la mayoría necesaria. El mismo día de las elecciones dijo que se esforzará para convencer a otros partidos políticos de que le permitan la formación de un Gobierno.

El líder del PSOE (el segundo más votado), no obstante, dijo el martes que ni en primera ni en segunda votación iban a apoyar a Mariano Rajoy.

A su vez, el partido izquierdista Podemos declaró sus intenciones de no apoyar a la investidura de Rajoy y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció que está dispuesto a abstenerse y permitir un Gobierno del PP en minoría para que no sea necesario repetir las elecciones, pero como esto no bastaría para investir a Mariano Rajoy solicitó que el PSOE hiciese lo mismo.

El procedimiento para designar al presidente del Gobierno de España establece básicamente que el candidato propuesto por el Rey será investido presidente si obtiene la confianza de la mayoría absoluta de los diputados en primera votación o la mayoría simple –más votos a favor que en contra– en segunda convocatoria, 48 horas después. En caso de no lograr esa mayoría, el Rey podrá proponer a otros candidatos. Si pasados dos meses de la primera votación no se consiguiera la investidura, las Cortes quedarían disueltas y se convocarían nuevas elecciones generales, según el periódico español El País.

Los resultados finales de los comicios de España dieron el éxito a los cuatro partidos: el PP obtuvo 123 asientos, seguido por el PSOE con 90 escaños, Podemos (junto a sus alianzas territoriales) con 69 y Ciudadanos con 40.

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