El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, eligió a Alemania como el primer destino para su primer viaje al extranjero como mandatario británico.
Johnson, en su reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, dejó claro que el acuerdo logrado entre su antecesora, Theresa May y la Unión Europea (UE) no le parece aceptable y tiene que cambiar.
La canciller alemana, por su parte, admitió que el tema de la salvaguarda para la frontera irlandesa, es una disputa difícil de solucionar. Sin embargo, se mostró optimista que se puede lograr un consenso al respecto, incluso dentro de un mes.
El premier británico, en su visita a Alemania, intentó apaciguar las preocupaciones de los líderes europeos sobre el futuro de las negociaciones sobre el Brexit y el hecho de que la nueva Administración británica parece que piensa más en una salida sin acuerdo, que un Brexit ordenado.
Pese a las declaraciones de Boris Johnson en Alemania, ni siquiera en su país creen la idea de que su Gabinete tiene una intención genuina de lograr un acuerdo con la UE.
El líder del Partido Laborista (PL) británico, Jeremy Corbyn, ha invitado a representantes de otras formaciones políticas a reunirse con él, el próximo martes para analizar “todas las tácticas” que se pueden seguir para evitar una salida sin acuerdo de la UE.
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