La primera ministra británica, Theresa May, busca el apoyo de los dos pesos pesados de la Unión Europea (UE) en sus intentos de lograr una postergación del Brexit.
Los resultados son agridulces, sin embargo: En Alemania, la canciller Angela Merkel señaló que es posible aplazar la salida británica hasta principios de 2020. Pero Francia considera que un año es demasiado tiempo como para una prórroga.
Desde EE.UU., el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, advierte que su país debe prepararse para la posibilidad de que el Reino Unido salga de la UE sin un acuerdo.
En todo caso, la decisión final estará en manos de la cumbre de este miércoles en Bruselas, capital de Bélgica, donde jefes de Estado y Gobierno del Grupo de los 27 valorarán la petición británica.
En la carta de convocatoria de la cumbre, el presidente del Consejo Europeo (CE), Donald Tusk, plantea una prórroga máxima de un año para no importar el caos político de Londres hacia la Eurozona. El Reino Unido, dice en la carta, deberá mantener una “cooperación sincera” como “Estado miembro saliente”.
La fecha de salida fue inicialmente prorrogada del 29 de marzo hasta este viernes 12 de abril, pero la semana pasada May envió una carta a Donald Tusk, para pedir una nueva prórroga hasta el 30 de junio.
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