Según un reciente informe del referido diario británico, la exportación de armas a Arabia Saudí es señalada como la principal causa del aumento de la venta de armas británicas, que empezó hace 22 meses cuando los conservadores ganaron las elecciones generales en el Reino Unido.
Asimismo, precisa que este país árabe gastó cerca de cinco mil millones de dólares en equipos militares producidos en el Reino Unido –en su mayoría bombas de racimo y aviones de guerra–, de los cuales unos 220 millones fueron pagados en los últimos 22 meses luego de que los conservadores triunfaran en las elecciones generales británicas.
En este contexto, activistas de la Campaña contra el Comercio de Armas pidieron a Londres dejar de exportar armamentos a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), debido a las flagrantes violaciones de derechos humanos cometidas por la dinastía gobernante.
Asimismo, acusaron al Gobierno británico de haber negociado multimillonarios acuerdos comerciales para venderle a Abu Dhabi tecnología de vigilancia que las autoridades emiratíes supuestamente utilizan para espiar a sus ciudadanos, además de armas que son empleadas para cometer crímenes de guerra en Yemen.
Al respecto, el portavoz de la mencionada campaña, Andrew Smith, denunció que “el impacto por la venta de armas británicas fue enorme en Yemen, donde los aviones de guerra y bombas producidos en el Reino Unido fueron centrales en la destrucción encabezada por Arabia Saudí”.
Desde el inicio de la agresión saudí contra Yemen, en marzo de 2015, el reino árabe ha hecho uso de sofisticadas armas y equipos militares para acabar con la resistencia yemení.
No obstante, y a pesar de las ya decenas de miles de muertos y los graves daños materiales, los yemeníes defienden su soberanía y su integridad territorial ante esta intervención foránea.
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