La portavoz de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Ann Stefanek, anunció el viernes la cancelación de una prueba de misil balístico intercontinental (ICBM) LGM-30G Minuteman III, con capacidad nuclear, un alcance de más de 6000 millas (9660 km), una velocidad aproximada de 15000 millas por hora, y parte clave del arsenal estratégico del Ejército del país.
Según el funcionario, la suspensión intenta reducir las tensiones nucleares con Rusia, en medio de la operación militar ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en el territorio de Ucrania.
En una entrevista concedida a la agencia británica de noticias Reuters, Stefanek aseguró que la próxima prueba de misil está programada para finales de este año en curso.
El 2 de marzo, Estados Unidos pospuso una prueba de este misil. Es “un esfuerzo por demostrar que no tenemos intención de participar en ninguna acción que pueda ser malinterpretada”, indicó en ese entonces el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), John Kirby.
La decisión se tomó después de que Putin colocara el 27 de febrero las fuerzas nucleares del Ejército ruso en un “régimen especial de servicio de combate”, en respuesta a declaraciones agresivas de los principales países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Rusia lanzó el 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania luego de que los aliados de la OTAN, encabezada por Washington, ignoraran sus exigencias clave en torno a las garantías de seguridad ante la expansión de la Alianza Atlántica hacia las fronteras rusas.
Asimismo, Moscú está preocupado por la expansión del bloque militar hacia el este de Europa y alerta que las potencias occidentales están utilizando a Ucrania para invadir el territorio ruso, por lo que asegura que la acción militar en el país vecino es el único camino que queda para evitar una guerra a gran escala en Europa.
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