Se trata de un informe publicado por el Servicio de Investigación del Congreso (CRS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos sobre los sistemas de misiles balísticos y nucleares de Corea del Norte, señalando también que las recientes pruebas de misiles del país asiático “pueden tratar de lograr más que una simple expresión de poder político, y que pueden tener la intención de aumentar la confiabilidad, efectividad y capacidad de supervivencia de su fuerza de misiles balísticos”.
El informe indica que los avances recientes en el programa de prueba de misiles balísticos de Corea del Norte parecen estar dirigidos a desarrollar capacidades para derrotar o desacreditar la efectividad del sistema defensivo de misiles desplegados en la región, incluidos los sistemas de defensa antimisiles Patriot, sistemas de Defensa de Misiles Balísticos Aegis (Aegis BMD o ABMD, por sus siglas en inglés), y los sistemas de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD).
Además, añade, el progreso de Corea del Norte con misiles balísticos lanzados desde submarinos representa un esfuerzo para contrarrestar los misiles THAAD.
De otro lado, un informe publicado a principios de esta semana por la Defensa de Japón generó una advertencia similar sobre las capacidades de misiles de Corea del Norte, particularmente señalando que Pyongyang podría estar desarrollando un misil balístico de corto alcance que podría evitar los sistemas de defensa antimisiles de Japón y lanzar un ataque con armas nucleares en suelo japonés.
Las tensiones entre Washington y Pyongyang han aumentado hasta el punto de que se amenazan directamente entre sí. El presidente estadounidense Donald Trump advirtió el pasado diciembre al líder norcoreano de que, si tuviera que usar la fuerza militar contra Pyongyang, lo haría. A lo que el jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de Corea del Norte, Pak Jong-chon, replicó que su país tomaría las medidas de represalia correspondientes.
El pasado 9 de marzo, Corea del Norte lanzó unos tres misiles no identificados que habrían caído en aguas del mar de Japón (mar del Este). Asimismo, una semana antes, el país norcoreano disparó dos proyectiles no identificados desde áreas cercanas a la ciudad de Wonsan (Corea del Norte) en dirección al mar de Japón.
Estos lanzamientos se llevaron a cabo después de que, en mayo de 2019, Corea del Norte reanudara las pruebas de armas, tras una pausa de 17 meses. A finales de 2019, Kim Jong-un, líder norcoreano, amenazó con suspender la moratoria sobre pruebas nucleares y de misiles balísticos intercontinentales y anunció que pronto presentaría una nueva arma estratégica.
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