Según la información publicada este viernes por el portal ruso de aviación Avia.Pro, el objetivo principal del envío de tal avión de combate furtivo a los territorios ocupados por Israel será obtener información secreta sobre el sistema de defensa aérea S-400 desplegado en Siria en una batalla real para estudiar la posibilidad de cegar sus misiles antiaéreos y equipo electrónico.
Para lograr este objetivo importante, según los observadores, Washington estaría dispuesto a sacrificar uno de sus cazas de quinta generación entregándolo a Israel.
Mientras tanto, el informe ha mencionado que comprobar la capacidad del F-35 para soportar el sistema de guerra electrónica ruso de Krasuha será otra meta del país norteamericano.
Las fuerzas rusas desplegadas en el aeródromo militar de Hmeimim en Latakia y en la base logística de Tartus, ambos situados en el oeste de Siria, ayudan al Ejército sirio a retomar el control de las zonas que cayeron en manos de grupos armados y terroristas cuando comenzó la crisis, en marzo de 2011.
Rusia ha venido reforzando sus defensas en Hmeimim con equipos militares como sistemas de misiles balísticos Iskander-M y sistemas antiaéreos como Pantsir-S1, S-200, S-300 y S-400, para construir un sistema de defensa de múltiples capas ante agresiones. Hmeimim, además, tiene un contingente de aviones de combate avanzados, entre ellos, aviones de guerra Sujoi: Su-24, Su-25, Su-34 y Su-35.
Israel ha utilizado en múltiples ocasiones el caza de sigilo en misiones operacionales en diferentes frentes en la región de Asia Occidental desde 2018, incluso durante sus agresiones contra objetivos en Siria.
Rusia ha denunciado en varias ocasiones las violaciones cometidas por el régimen de Tel Aviv de la soberanía de Siria y ha advertido que derribará, con los S-400, sus cazas si estos vuelven a bombardear blancos del Ejército sirio.
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