El presidente Donald Trump anunció aranceles del 10 % sobre 200 mil millones de dólares de importaciones de productos chinos desde el 24 de septiembre. Además amenazó con más gravámenes si Pekín responde. El anuncio agudizará aún más la disputa comercial entre las dos potencias económicas del mundo.
Así, la mitad de los bienes que Estados Unidos compra al gigante asiático estarán gravados. Los efectos incluyen sobre todo el tejido industrial, desde el sector manufacturero hasta las empresas textiles, el comercio minorista y también la agricultura.
Por su parte China, el tercer mercado para las exportaciones norteamericanas, se ha comprometido a tomar represalias.
Si China responde, el 80 % de las ventas estadounidenses al país serían afectadas por tarifas. Hasta el momento, Washington y Pekín, ambos, se han impuesto uno a otro aranceles sobre productos por un valor de 50 mil millones de dólares. Esta situación pone en peligro la próxima ronda de negociaciones entre Washington y Pekín, prevista para finales de este mes de septiembre.
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