Los pilotos estadounidenses han informado que el avión ruso se encontraba a metro y medio del avión estadounidense durante el incidente que ocurrió esta misma jornada, según datos ofrecidos por dos de los tres funcionarios de defensa que han hablado con la cadena local CNN.
La acción de la aeronave rusa ha obligado al avión de la Armada estadounidense a finalizar su misión prematuramente, de acuerdo con la versión de otro de los funcionarios en condición de anonimato.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, ha comunicado que el caza Su-27 ruso tomó todas las precauciones necesarias para evitar una situación peligrosa durante la interceptación del avión espía estadounidense.
Anteriormente, las fuerzas militares rusas y estadounidenses habían protagonizado numerosas interacciones inseguras cerca del mar Negro. Además de las Fuerzas Aéreas, la Marina estadounidense también ha aumentado su presencia en este mar.
De hecho, las fuerzas rusas, estadounidenses y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) operan muy cerca la una de la otra en la zona, particularmente desde que las relaciones se enfriaron por la anexión de Crimea a la Federación Rusa en 2014.
Un caza ruso Su-30 hizo otra interceptación “insegura” de un avión P-8A Poseidón estadounidense en noviembre del año pasado mientras volaba sobre el mar Negro.
Las acciones del avión ruso fueron consideras como “inseguras” por EE.UU. porque la aeronave cruzó frente al avión de EE.UU. de derecha a izquierda, lo que hizo que el P-8 experimentara un grado de rodadura y turbulencia violenta, según indicó en su momento el Pentágono.
Sin embargo, el último incidente reportado entre aviones estadounidenses y rusos sucedió en diciembre pasado en el cielo de Siria, entre aviones estadounidenses F-22 y aviones de ataque Su-25 rusos.
Rusia denunció que las acciones de un F-22 estadounidense obstaculizaron sus operaciones contra los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe) en la orilla occidental del río Éufrates cerca de la ciudad de Al-Mayadin.
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