La nueva Estrategia de Seguridad Nacional presentada por el presidente estadounidense, Donald Trump, “seguramente continuará las medidas arrogantes de Estados Unidos durante los últimos 30 años, desestabilizará las principales regiones del mundo, creará hostilidades donde no es necesario y aumentará las posibilidades de guerras innecesarias”, alerta un artículo publicado el martes por la revista bimestral local The American Conservative.
De acuerdo con la nota, los ejes de la nueva política de Trump, siguen la línea de la doctrina del país norteamericano, la cual, se basa en la idea de que Washington “debe evitar que cualquier otra nación se convierta en una potencia dominante en cualquier región”. Washington con esta política busca reforzar su objetivo de “ser la hegemonía global”, indica.
Esta doctrina, adelanta el texto, fue la misma que contribuyó a generar la guerra de Irak y desentrañar las relaciones entre Rusia y EE.UU., así como provocar tensiones con Irán.
Este concepto se fundamenta en un documento titulado ‘Guía de Planificación de Defensa del Pentágono de 1992’ preparado bajo la administración del expresidente George H. W. Bush (1989-1993) por funcionarios que posteriormente fueron los arquitectos de la invasión estadounidense a Irak.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional presentada por el presidente estadounidense, Donald Trump, “seguramente continuará las medidas arrogantes de Estados Unidos durante los últimos 30 años, desestabilizará las principales regiones del mundo, creará hostilidades donde no es necesario y aumentará las posibilidades de guerras innecesarias”, alerta la revista bimestral local The American Conservative.
Este documento y la nueva Estrategia de Seguridad Nacional (NSS, por sus siglas en inglés) de Trump, señala el estudio, tienen mucho en común, si se tiene en cuenta esta parte del NSS: “Competiremos con todas las herramientas de poder nacional para asegurar que las regiones del mundo no estén dominadas por un solo poder”.
Al desarrollar tal postura, The American Conservative recuerda que la actual actitud de EE.UU. hacia Rusia se debe al hecho de que Moscú “busca restaurar el poder y establecer su perímetro de influencia cerca de sus fronteras”.
El análisis, del mismo modo, cita una parte del NSS en que Trump alude —en una clara referencia a Irán— a países que “violan todos los principios de Estados libres y civilizados”. Esa postura hostil antiiraní, en la que EE.UU. es acompañado por Arabia Saudí y el régimen de Israel, se parece notablemente a la retórica del expresidente George W. Bush (2001-2009) antes de la invasión a Irak.
El inquilino de la Casa Blanca, en otra parte del documento, se ha referido a China como uno de los países que desafían intereses estadounidenses y que “tratan de socavar la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos”.
La revista estadounidense, a este mismo respecto, precisa que EE.UU. ve peligrar su influencia en el océano Pacífico, pues se está viendo desplazado en dicha región, lugar donde domina desde la Segunda Guerra Mundial.
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