"El gobernador (del estado norteamericano de Carolina del Norte) Patrick McCrory implantó el régimen de emergencia atendiendo a la solicitud del jefe del departamento de policía de Charlote, Kerr Putney; el gobernador también dio la orden de enviar a Charlotte la Guardia Nacional de Carolina del Norte y los servicios de patrulla vial para apoyar a los agentes del orden locales", señaló un comunicado publicado el miércoles por la noche en el sitio web oficial del gobierno de este estado.
La ciudad de Charlotte este miércoles por segunda noche consecutiva ha sido escenario de nuevos hechos de violencia entre las fuerzas del orden y manifestantes que protestaban por la muerte de un afroamericano abatido por la policía, citado por Sputnik.
El gobernador del estado norteamericano de Carolina del Norte, Patrick McCrory implantó el régimen de emergencia atendiendo a la solicitud del jefe del departamento de policía de Charlote, Kerr Putney; el gobernador también dio la orden de enviar a Charlotte la Guardia Nacional de Carolina del Norte y los servicios de patrulla vial para apoyar a los agentes del orden locales", señaló un comunicado publicado en el sitio web oficial del Gobierno del estado norteamericano de Carolina del Norte.
De acuerdo con el periódico local Charlotte Observer, en un principio la manifestación con la participación de varios cientos de personas era de carácter pacífico, pero luego derivó en el caos.
Durante los enfrentamientos una persona resultó herida y otra fue muerta.
La policía también intentó dispersar a centenares de manifestantes en el centro de esta ciudad empleando gases lacrimógenos.
La muerte de Keith Lamont Scott, de 43 años, encendió tensiones raciales mientras el presidente de EE.UU., Barack Obama, a través de unas conversaciones telefónicas con los alcaldes de las ciudades en las que la policía asesinó recientemente a afronorteamericanos (Tulsa, Oklahoma, y Charlotte) prometió, según informa la Casa Blanca, apoyarles en caso de necesidad.
La brutalidad de la policía de EE.UU. —sobre todo, contra la comunidad afroamericana y otras minorías— ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles que aseguran que la comunidad afroamericana es el blanco de una grave e incesante ola de abusos en las que los policías están involucrados.
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