El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, inicia este domingo su último año en el poder, bajo el acecho de la emergencia sanitaria desatada por la pandemia de la COVID-19.
El mandatario ecuatoriano, en una conferencia de prensa en la capital, Quito, admitió el sistema de salud del país no estaba preparado para enfrentar una pandemia.
El presidente ecuatoriano aseguró que garantizará la seguridad laboral de los que están en la primera línea en la lucha contra el coronavirus. Un gesto que contradice la decisión del Ministerio de Salud de Ecuador de recortar más de 2 mil empleos por la pandemia.
Lenín Moreno advirtió sobre las consecuencias devastadoras que podría tener el confinamiento por la pandemia sobre la economía de Ecuador. Así que urgió a las autoridades locales reabrir la economía cuanto antes.
A pesar de que el mandatario ecuatoriano insinuó que la crisis económica es el resultado de la pandemia, las estadísticas muestran que la caída libre de la economía mucho antes del brote del coronavirus.
El último año de la presidencia de Lenín Moreno será probablemente más difícil que los anteriores ya que la pandemia podría servir como el último clavo en el ataúd de la economía ecuatoriana y consecuentemente un posible estallido social.
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