Hablando en una reunión con la alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, el máximo diplomático iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha denunciado la utilización del tema de los derechos humanos como un arma de ataque contra los Estados independientes.
En la cita, efectuada este martes en Ginebra (Suiza), el jefe de la Diplomacia persa ha criticado también la aprobación en las Naciones Unidas de múltiples resoluciones “parciales y politizadas” sobre la situación de los derechos humanos en Irán.
Zarif ha señalado que respetar los principios de los derechos humanos no es solo un compromiso ético, sino también un requisito de seguridad nacional para Irán.
Para el canciller persa, la reimposición de las sanciones “unilaterales, ilegales e injustas” por Estados Unidos contra Irán constituye “una clara violación de los derechos humanos”, medida que debería ser condenada por la comunidad internacional.
Bachelet, por su parte, ha manifestado su plena disposición a mantener una cooperación constructiva con Irán en materia de derechos humanos.
Las declaraciones de Zarif se producen después de que el Tercer Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) aprobase a mediados del mes en curso una resolución que expresa “preocupación por las continuas limitaciones y restricciones del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión y creencia” en Irán.
El Gobierno iraní condenó, en duros términos, esta última resolución antiraní de las Naciones Unidas, y aseguró que se había preparado y aprobado con “objetivos políticos”.
La República Islámica ha demandado en múltiples ocasiones ante el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) poner fin a la hipocresía, la distinción y los dobles raseros aplicados por algunas potencias occidentales en tema de derechos humanos, y ha invitado a todos a iniciar un diálogo integral para fortalecer dicha cuestión.
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