“Las autoridades estadounidenses saben que los misiles disparados contra Arabia Saudí son yemeníes, a los que se les ha incrementado el alcance”, ha dicho este domingo el general de división Mohamad Ali Yafari, en alusión a los cohetes balísticos lanzados en venganza por el Ejército y el movimiento popular de Ansarolá de Yemen al territorio saudí.
Ha tachado de “puras mentiras” las acusaciones que “han lanzado EE.UU. y sus títeres” de que Irán suministra misiles a los combatientes yemeníes, y afirmado que “no hay ninguna posibilidad de que la República Islámica pueda enviar cohetes a Yemen”.
“¿Cómo es posible enviar armas, especialmente si son misiles, a un país que se encuentra bajo asedio total, al que ni siquiera se puede enviar ayuda médica y alimentos?”, ha preguntado el general Yafari.
El pasado 14 de diciembre, la embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, apareció ante las pantallas de los medios de comunicación para mostrar un puño de hierros a los que afirmó que son los restos de un misil iraní disparado el 4 de noviembre desde Yemen al capital saudí, Riad.
Las autoridades estadounidenses saben que los misiles disparados contra Arabia Saudí son yemeníes, a los que se les ha incrementado el alcance”, ha dicho el comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Mohamad Ali Yafari.
La misión de Irán ante las Naciones Unidas denunció que se trata de una “fabricación” el armamento expuesto y subrayó que Riad y Washington con “estas acusaciones buscan encubrir sus crímenes de guerra en Yemen, y desviar la atención internacional y regional de la estancada guerra de agresión contra los yemeníes”.
Posteriormente, la Defensa iraní presentó una demanda ante las Naciones Unidas por las acusaciones que lanzó EE.UU. en contra del país persa.
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