En una jornada denominada ‘Tribuna abierta antimperialista’, encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel, al menos 50 000 personas denunciaron la política injerencista de la nueva Administración estadounidense, del presidente Donald Trump; el arreciamiento del bloqueo y la ocupación de la ilegal base naval en ese territorio.
Esta movilización responde también a la decisión de Trump de trasladar hasta 30 000 migrantes considerados delincuentes peligrosos a las instalaciones de la ilegal base naval en Guantánamo.
Al respecto, la Cancillería cubana advirtió que esta medida podría generar un escenario de riesgo e inseguridad en la base y su entorno, amenazando la paz y provocando serias consecuencias.
Los manifestantes también rechazaron la ilegal permanencia por más de 120 años de tropas de Estados Unidos en su territorio y su utilización como campo de concentración de personas al margen de la legalidad.
La movilización cubana tuvo lugar un día después de la visita del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, a la base naval que ocupa este país norteamericano en Guantánamo.
A través de X, Hegseth calificó a la base militar estadounidense en Guantánamo como un “frente de batalla de la guerra contra la frontera sur de Estados Unidos” y dijo que el objetivo de su visita era recibir información sobre las operaciones que se están desarrollando en la base, incluido el denominado Centro de Operaciones para Migrantes (MOC) y el Centro de Detención de la Bahía de
La base naval de Guantánamo abrió en 2002 bajo el mandato del expresidente George W. Bush (2001-2009) para retener a acusados de terrorismo y cuenta también con un centro de procesamiento de migrantes separado. Esta prisión militar es blanco de denuncias por violación de los derechos humanos.
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