“El principal obstáculo a nuestro desarrollo es el bloqueo, que sigue ahí como el dinosaurio de Monterroso”, aseveró el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, este domingo frente a los diputados en la Asamblea Nacional del Poder Popular tras la aprobación del proyecto de la nueva Constitución del país.
Díaz-Canel, de este modo, hizo referencia a ‘El dinosaurio’, la obra famosa del escritor guatemalteco Augusto Monterroso, que se considera uno de los más cortos microrrelatos en español: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Estados Unidos mantiene desde 1962 un embargo económico contra Cuba, una medida a la que recurre Washington para “asfixiar” el desarrollo del país centroamericano, según han denunciado en múltiples ocasiones las autoridades cubanas. En septiembre de 2017, el actual presidente estadounidense, Donald Trump, extendió por un año más el referido bloqueo.
El principal obstáculo a nuestro desarrollo es el bloqueo, que sigue ahí como el dinosaurio de Monterroso”, asevera el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en alusión a ‘El dinosaurio’, obra famosa del escritor guatemalteco Augusto Monterroso, que se considera uno de los más cortos microrrelatos en español: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
No obstante el mandatario cubano aseguró en su declaración del domingo que la isla por cierto superará las “adversidades económicas” e “irá por más”, lo que a su juicio es uno de los objetivos de la Reforma de la Constitución aprobada la misma jornada por el Parlamento cubano.
Díaz-Canel desarrolló su postura siguiendo en defensa del referido proyecto de Constitución, pues este “contribuirá (…) a fortalecer la unidad de los cubanos en torno a la Revolución”. A “luchar, luchar e insistir”, agregó.
Con la llegada de Trump a la Presidencia de EE.U., entró en una fase congelada el proceso de la normalización de relaciones entre los dos países, que comenzó con el expresidente estadounidense Barack Obama.
La Habana ha denunciado en reiteradas ocasiones que las medidas intervencionistas y restrictivas de Washington contradicen las leyes internacionales y violan su soberanía.
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