El jefe de la Oficina de Información del Ministerio de Defensa Nacional norcoreano emitió un comunicado publicado este sábado por la agencia estatal de noticias KCNA en el que denuncia los ejercicios trilaterales entre Washington, Seúl y Tokio que concluyeron el 15 de noviembre y la llegada de un submarino de propulsión nuclear estadounidense a una base naval surcoreana.
“Advertimos enérgicamente a Estados Unidos y a sus seguidores hostiles hacia la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) que detengan inmediatamente los actos hostiles que causan más provocación e inestabilidad y que pueden llevar la confrontación militar en la península de Corea y sus alrededores a un verdadero conflicto armado”, reza el documento.
Añade que “los movimientos militares estadounidenses dirigidos contra la República Popular Democrática de Corea pueden conducir a una situación de guerra real en cualquier momento”.
El Ministerio de Defensa norcoreano pone de relieve que el “aventurismo militar” estadounidense ha “traspasado la línea roja a escala global” y sus “provocaciones militares constituyen la fuente de sumir la situación regional en una catástrofe irreparable”.
Las Armadas de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón llevaron a cabo la segunda edición del ejercicio trilateral Freedom Edge, con vistas a promover la interoperabilidad y proteger la libertad para la paz y la estabilidad del Indopacífico, incluida la península de Corea, según informó el Ministerio de Defensa nipón.
En las mencionadas maniobras, que se llevaron a cabo durante tres días la semana previa en aguas internacionales alrededor de la isla surcoreana de Jeju (sur del país), participaron varios buques de guerra y aviones de las tres naciones implicadas, en entrenamientos contra misiles balísticos, submarinos y aviones de combate.
Asimismo, el lunes, el submarino estadounidense de propulsión nuclear Columbia entró en la base naval de Busan (sureste de Corea del Sur), mientras que, el jueves, el portaviones, también estadounidense y de propulsión nuclear, George Washington lo hizo en la base de Yokosuka (al suroeste de Tokio).
A comienzos de esta misma semana, el líder norcoreano, Kim Jong-un, reclamaba a su Ejército que concentrase “todos los esfuerzos” en finalizar los “preparativos para la guerra” ante el repunte de las tensiones en la península de Corea, al tiempo que defendía nuevamente la necesidad de reforzar “sin límites” las capacidades nucleares de Pyongyang.
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