El Comité para la Reunificación Pacífica de Corea (CPRK) ha catalogado este jueves como actos de “perfidia” los ejercicios militares entre Corea del Sur y Estados Unidos, y ha aconsejado a Seúl a “comportarse con discreción”, si no quiere recibir una “respuesta del Ejército” norcoreano.
“Los actos de perfidia […] nos han decepcionado mucho, ya que estos —lejos de tratar de continuar preservando la valiosa chispa de la paz, reconciliación y cooperación— han ido contra la reconciliación en la península que Corea del Norte y del Sur alimentaron a través de sus esfuerzos conjuntos durante el último año”, reza el comunicado emitido por el CPRK.
El lunes, Seúl y Washington dieron comienzo a un ejercicio militar aéreo conjunto de dos semanas alrededor de la península de Corea. Las maniobras son una versión reducida de los antiguos simulacros a gran escala, denominados Max Thunder.
En ese contexto, Corea del Norte ha hecho hincapié en que su vecino del Sur no logrará “enmascarar la naturaleza agresiva, ofensiva y confrontacional de sus actos hostiles”, al plantear únicamente “reducciones” a los otrora ejercicios de gran envergadura.
“Ahora que las autoridades surcoreanas se disfrazan de su provocación militar contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC), junto con Estados Unidos, habrá una respuesta correspondiente de nuestro Ejército”, apostilla la nota.
Ahora que las autoridades surcoreanas se disfrazan de su provocación militar contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC), junto con Estados Unidos, habrá una respuesta correspondiente de nuestro Ejército”, asevera Corea del Norte en un comunicado, en respuesta a unos ejercicios militares entre su vecino sureño y EE.UU.
Esta advertencia supone la última lanzada por el Gobierno de Pyongyang desde principios de año pasado, cuando las dos Coreas reanudaron las conversaciones y los intercambios luego de años de relaciones congeladas.
Tras el histórico encuentro entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, en Singapur en junio de 2018, el inquilino de la Casa Blanca se comprometió en una rueda de prensa a detener los “juegos de guerra”, en aparente referencia a los ejercicios militares que Washington realiza con las fuerzas surcoreanas y que Corea del Norte siempre ha tildado de “provocación”.
Desde entonces, Washington y Seúl cancelaron dos de sus maniobras anuales para respaldar los esfuerzos de desnuclearización de la península de Corea, pero siguen celebrando varios simulacros a esta escala.
Además, esta advertencia se produce después de que Kim y Trump no consiguieron concretar en febrero acuerdo alguno en Vietnam por la postura inflexible de Estados Unidos en las negociaciones, como evidencia su rechazo a la petición de Pyongyang de levantar parte de las sanciones norcoreanas.
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