En las fotografías —captadas por el telescopio orbital Hubble entre los años 2014 y 2016— se pueden ver las columnas de agua de 50 y 100 kilómetros de altura, respectivamente, expulsadas por los volcanes, los cuales fueron descubiertos por la sonda espacial Galileo en 1990.
Esta es la segunda vez que se observa dicho fenómeno en este punto exacto, lo que significa, según los investigadores, que podría resultar ser una característica de la superficie.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) no confirma, no obstante, que estas erupciones en verdad son lo que creen, pero de ser así es muy probable que provengan del vasto océano de agua salada que se cree se esconde debajo de la superficie de Europa o de alguna región particularmente cálida en la luna, donde hay grietas en la corteza helada.
De cualquier manera, este sitio en Europa es un excelente candidato para ser visitado, y la NASA ya está haciendo una nave que estará equipada con una cámara ultravioleta como el Hubble, pero las imágenes que tomará serán miles de veces más cercanas, por lo que se espera que también sea capaz de averiguar de qué están hechas las partículas que rodean a Europa. Esta misión llamada Europa Clipper, se lanzará en el año 2020.
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