“Aquí en Brasil, si tenemos el voto electrónico en 2022 será lo mismo; el fraude existe (…) yo gané únicamente porque tuve muchos votos en 2018”, ha dicho este jueves el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a un grupo de sus simpatizantes en reacción al asalto al Capitolio de EE.UU. el miércoles por simpatizantes del todavía inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, a fin de evitar la certificación del triunfo de Joe Biden en las elecciones de noviembre.
Además, ha señalado que, aunque el sistema de votación electrónico de Brasil, es elogiado internacionalmente por su eficiencia y su rapidez en el recuento de votos, puede ser manipulado. “Si no tenemos la papeleta impresa en 2022, una forma de auditar los votos, vamos a tener problemas más grandes que los de Estados Unidos”, ha dicho el mandatario.
Bolsonaro ha declarado que la causa de toda la crisis en Estados Unidos es “la falta de confianza en el (recuento de) voto” y ha alegado que durante las elecciones hubo votantes que sufragaron tres o cuatro veces. “Aquello fue una fiesta, nadie puede negarlo”, ha dicho sin presentar pruebas al respecto.
Diferentes políticos del país sudamericano han sugerido de que lo sucedido en Washington es una alerta de lo que puede ocurrir en Brasil en 2022, si Bolsonaro pierde las elecciones y se niega a reconocer su fracaso, entre ellos, el gobernador de Sao Paulo (sureste de Brasil), João Doria.
“Alerta para Brasil, donde la minoría que flirtea con el autoritarismo y fanatismo intenta debilitar las instituciones y amenazar el Estado de derecho”, ha resaltado Doria este jueves en Twitter.
En la misma red social, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) condenó el miércoles el asalto al Capitolio de EE.UU., diciendo que el incidente es una señal “sobre lo que todavía puede suceder aquí, si no es contenido el autoritarismo de Bolsonaro y sus milicias, y si continúan siendo toleradas las violaciones a la libertad y a los derechos”.
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